Alguien que te escucha… aunque no lo sepas
La curiosidad, principal cualidad que ha llevado a los seres humanos a los más grandes descubrimientos de su historia, lo ha llevado también a desatar su más oscuras intenciones. Reflejando su incontrolable deseo de conocimiento en acciones que invaden la privacidad de sus semejantes, con el afán de mantener sobre ellos estricta viligancia afectando su seguridad.
Mucho hemos escuchado sobre cubrir la cámara webcam del ordenador, pues aunque no nos demos cuenta podríamos ser objeto de espionaje. Actualmente esto ya no es suficiente y para comprobarlo presentamos tres noticias que, aún sin que establezcan reglas específicas para todos los usuarios de la tecnología actual no dejan de ser reales.
Orejas comprensivas
A comienzos de este año um grupo de usuarios encabezado por Kyle Zak presentaron una demanda contra la marca de audio Bose afirmando que la empresa utiliza sus audífonos inalámbricos y su aplicación móvil para espiar a sus usuarios; para ello Bose recomendaba descargar su aplicación BOSE Connect mencionando que éstos “sacaban el máximo provecho a sus auriculares”. La aplicación solicitaba el nombre del usuario, correo electrónico y número de serie del producto, sin embargo, lo que no sabían era que la aplicación enviaba “toda la información disponible” de su smartphone a sitios como Segment.io entre otras empresas de publicidad y marketing para el desarrollo de anuncios personalizados. La aplicación creaba un historial detallado de cada usuario monitoreando sus gustos musicales y personales al recopilar (según ellos) sus opiniones políticas, orientación sexual y religión, entre otros. Bose negó totalmente la demanda añadiendo que de ninguna forma intervienen en las comunicaciones de sus usuarios, no venden su información ni los indentifican, por ejemplo, por su nombre.
Escucha en todos los sentidos
En julio de 2014, la Universidad de Stanford creó una aplicación llamada Gyrophone que permitía utilizar los giroscopios desarrollados con Sistemas microelectromecánicos para medir señales acústicas alrededor de un smartphone. Lo interesante de esta aplicación es que ese componente, independiente de cualquier micrófono incorporado, era capaz de ofrecer información sobre el propietario del dispositivo y al mismo tiempo hacer reconocimiento de lo que se decía.
Los oídos de tus oídos
La noticia más sorprendente apareció a finales del año pasado cuando investigadores de la universidad de Ben Gurion, Israel, desarrollaron un malware denominado “Speake(a)r” que le permite registrar cualquier conversación a una distancia de seis a siete metros de cualquier PC incluso cuando el micrófono esta desconectado, para esto el virus se aprovecha de un agujero de seguridad en los códecs Realtek de los ordenadores.
En realidad no es tan difícil de creer si entendemos que un micrófono funciona a la inversa que en un altavoz, pues ambos son dispositivos equipados con una membrana capaz de interactuar con las vibraciones del sonido y con los impulsos electromagnéticos. El primero genera estos impulsos a partir del sonido mientras que el auricular realiza la acción contraria. Ya que hasta el momento no hay un parche de ‘software’ que pueda solucionar este problema pues la función que se encarga de controlar la entrada o salida de audio de un dispositivo está integrada dentro de los chips de Realtek (quien por cierto todavía no ha dicho nada al respecto), la opción más segura es desconectar cualquier equipo de salida de audio de un PC mientras no esté en uso.
Aunque la vulnerabilidad, que afecta a equipos con chips de audio y drivers RealTek no ha sido encontrada en dispositivos móviles no está de más mantener la posibilidad en mente.
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