Leyendo el manual IV: contra tierra y marea
Cada año se lanzan al mercado nuevos modelos de smartphones y tablets, cada vez más resistentes al uso diario y al no tan cotidiano, para así preocuparnos cada vez menos si por accidente se mojan o se ensucian. Actualmente su resistencia se reconoce por un codigo que anteriormente era opcional para los fabricantes compartirlo a sus usuarios. Podemos encontrar ya sea IP68 ó IP67, por poner un ejemplo. Como muchos de los estándares aplicados a los dispositivos móviles, este no es nuevo ni exclusivo tampoco; desde gabinetes y armarios para servidores y electrónicos en exteriores hasta iluminación para piscinas y alumbrado público LED son sometidos a pruebas para comprobar su resistencia a factores como el clima, la temperatura e incluso golpes de variable magnitud. Cámaras digitales fotográficas y de video, reproductores portátiles, tablets y teléfonos móviles diseñados para deportes extremos o uso en exteriores lo han hecho popular en esta línea de dispositivos electrónicos.
La comisión Electrotécnica Internacional (IEC por sus siglas en ingles, International Electrotechnical Commission) establece el índice de protección o IP (por sus siglas en ingles, Ingress Protection) para determinar el grado de protección que tiene la estructura externa de los equipos eléctricos contra el acceso de agentes externos tales como la entrada de objetos sólidos o de líquidos. Este grado de protección, también conocido como standard IEC 60529 o International Protection Marking, se verifica con pruebas estandarizadas, reconocidas y utilizadas a nivel mundial.
Este índice de protección está formado por las siglas IP, seguidas de dos dígitos independientes entre sí. El primero, en una escala del 0 al 6 indica la protección ante el ingreso de partes del cuerpo humano u objetos sólidos manejados por personas, así como sólidos extraños. La segunda “cifra característica”, como se le identifica, indica la protección del 0 al 9 contra los daños producidos ante la entrada de líquidos basada en pruebas con agua dulce.
Suele utilizarse una “x” para reemplazar uno de los dígitos si solo hay una clase de protección; por ejemplo, IPX4 significa que sólo ofrece resistencia al agua. Existen otros elementos añadidos a este código que no suelen mencionarse, como las letras A,B,C,D junto al primer dígito que significan respectivamente: dorso de la mano (o un objeto de similar tamaño), dedo, herramienta, cable o alambre; las letras f,H,M,S,W junto al segundo, que respectivamente quieren decir: resistencia a aceites, alto voltaje, dispositivo que se mueve durante la prueba de agua, dispositivo en pie durante la prueba de agua, condiciones climáticas. Existe asímismo un tercer dígito que determina la resistencia ante impactos mecánicos, utilizado en pocos países como Francia y España generalmente es omitido:
Tercer Número – Protección contra impactos mecánicos
0=Sin Protección
1=Protegido contra impactos de 0.225 joules
2=Protegido contra impactos de 0.375 joules
3=Protegido contra impactos de 0.5 joules
4=Protegido contra impactos de 2.0 joules
5=Protegido contra impactos de 6.0 joules
6=Protegido contra impactos de 20.0 joules
IPX9K es una prueba especial a chorro de alta presión. Se deriva de DIN 40050 Parte 9, el agua a alta presión y temperatura se inyecta en un recinto para probar la protección de ingreso y corresponde al nivel más severo de prueba de agua según el sistema de códigos IP.
Tambien existen símbolos que reemplazan algunas de las cifras características, como puede observarse en la tabla:
A pesar de emplearse en la mayoría de los equipos eléctricos, no se puede suponer que todos los grados sean plenamente aplicables a todos los equipos eléctricos. Así pues, los procedimientos de limpieza especiales no están cubiertos por los grados de protección IP, puesto que los fabricantes son los responsables de proveer la información adecuada sobre estos.
Si bien ahora podemos hablar por teléfono y enviar mensajes bajo la lluvia, no es conveniente dejarnos llevar por el nivel de resistencia del producto como un factor para nuestra decisión de compra. A veces intentan vendernos un producto menos económico alegando que tiene un grado de IP más alto que en realidad no requeriremos. Un equipo de oficina como una impresora aún cuando ofreciera resistencia a salpicaduras jamás debería ser pasado por agua. Por último recomendamos, mientras no sea destinado para uso rudo, alejarse de probar a fondo la resistencia de cualquier aparato eléctrico, pues reduciremos su vida útil además de que podría perder la garantía del fabricante.
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